No hay dudas de que Mánchester es una de las grandes ciudades progenitoras de las mejores bandas del mundo, así como tantas otras ciudades británicas. El repaso sería infinito y redundante.
1)THE SMITHS, el rostro parco de Morrissey, la sobriedad del sonido indescifrable, una secuela avanzada de invasión, progenitores de un ritmo que nació como un simple movimiento creado en base al uso de la tecnología, un grupo serio y caducado, pero de un sonido imperecedero. A pesar de todo tuvieron hace que algunas bandas necesitan para hacerse grandes: polémica. Títulos como The Queen is dead no podían pasar desapercibido en la idiosincrasia británica de los 80’s.
La banda cumplió con todos los parámetros que una banda debe cumplir para ser llamada indie: desde firmar con una discográfica independiente, pasando por cambiar constantemente de atuendo en sus apariciones públicas, hasta escoger el nombre THE SMITHS, enfocándolo de manera contestataria a la ordinariez británica (Smith es el apellido más común en Inglaterra).
Con el correr de los años, y conforme fueron botando más álbumes, la banda se ubicó bien en la escena comercial británica. Hoy en día son una banda que se hace extrañar, a pesar de los grandes esfuerzos como solista que está haciendo Morrissey.
2) Y casi como hijos del mismo sonido aparecieron en la misma ciudad los STONE ROSES, con cuya aparición empieza lo que algunos críticos denominan como el sonido madchester. Con una clara influencia de los Beatles, los STONE aparecieron con un sonido más melancólico pero siguiendo la línea de los que a la postre se convertirían en un género: el indie.
Con sencillos muy bien adornados como es el caso de I Wanna Be Adored, o verdaderas óperas interminables como I Am The Resurrection, la banda generó bulla en la vasta escena musical de Mánchester. Para delirio de su fanaticada se han vuelto a agrupar, tras 15 años de su desintegración.
3) Y como el mejor ejemplo de lo que es el sonido indie británico hoy en día, desde Oxford, al ladito nomás de Mánchester, nace una banda que representa el género a la perfección: mezcla de punk-dance, tendencia psicodélico-melancólico, abuso estético del sampler y los sintetizadores. Los FOALS, que hacen bien lo que hacen, se ganan de a pocos una parcelita en la intrincada escenografía musical de la actualidad, lo suficiente como jalarte la vista. Habrá que prestarles atención.